Me comprometo a Ser Mujer

Mujeres: La “diosa” que sostiene el principio femenino que habitamos nos recuerda a cada instante reconocernos en el espejo de la luna, sus ciclos vitales, que gobierna las mareas de nuestro cuerpo y de nuestra psiquis.

Este flujo constante es el modo de peregrinaje que asume el femenino encarnado.

Aceptar en un cálido abrazo nuestra naturaleza lunar es un acto de conciencia y es, sin lugar a dudas, muestra brújula y protección durante el camino.

Cuando no acompañamos este movimiento permanente y nos detenemos en una resistencia temerosa restringiendo el fluir natural de la energía de nuestro ser, necesariamente tenemos que usar combustible para contrarrestar esta corriente de vida.

La desvitalisación, el agobio, la opacidad, el resecamiento de las ilusiones, la desesperanza, la tristeza... son los intrusos que invaden y socavan nuestra psiquis salvaje creadora y vivificante.

Honrando la energía femenina

venerdì 26 aprile 2013

historia de mujeres salvajes. Clarissa P. Estés



A veces no existen palabras capaces de ayudar a uno a ser valiente. A veces hay que lanzarse sin más. Tiene que haber en la vida de un hombre algún momento en que éste se deje llevar por el amor, en que le dé más miedo quedar atrapado en el reseco y agrietado lecho fluvial de la psique que adentrarse en un exuberante pero inexplorado territorio.
... Su confianza es la que cualquier herida que sufra se podrá sanar, la de que a la vida antigua le sucede la nueva. La confianza de que todo tiene un significado más profundo, la de que los acontecimientos aparentemente desagradables tienen su significado y de que todas las cosas de nuestra propia vida, las medallas, las abolladas, las melodiosas y las elevadas, se pueden utilizar como energía vital.
Tiene que confiar en que cualquier cosa que ocurra será transformativa.
El hombre o la mujer tienen que entrar en este estado de sueño que devuelve a las personas una sabia inocencia que crea y re-crea, tal como debe ser, las más profundas espirales de la experiencia de la Vida / Muerte / Vida.

martedì 9 aprile 2013

La Doncella de Cristal


La evolución de la Conciencia

El notable analista junguiano Erich Neumann ha realizado una fascinante interpretación de las relaciones entre psicología y mitología. Según su teoría, el paso del matriarcado al patriarcado fue un paso necesario dentro del proceso evolutivo de la conciencia, tanto a nivel cerebral como psicológico. De manera similar, la conciencia individual pasa a través de las mismas etapas arquetípicas de desarrollo que marcaron la historia de la conciencia humana como un todo.
Los primeros tiempos de la humanidad estuvieron gobernados por lo femenino, por la capacidad oceánica, por el pensamiento mágico. Fue la edad dorada del matriarcado, en la que Dios era mujer. Pero la conciencia humana era entonces difusa y necesitaba desarrollarse. La etapa del patriarcado aportó lo concreto, el pensamiento lógico, la razón y la palabra.
Ahora la humanidad está preparada para rescatar lo oceánico y ancestral de su memoria y entrar en otra etapa diferente de la evolución de la conciencia, una era regida por la unión de lo femenino y lo masculino, por el matrimonio sagrado del Dios y la Diosa.

Extraído: "Los rostros de Eva". Arantxa Goñi y María José Älvarez
                                 AMA

Foto: AMA

Los corazones humanos muchas veces actúan como cárceles cuando han sentido los rasguños de la incomprensión humana, pero si es triste contemplar la ignorancia de los hombres, mas triste es observar corazones encarcelados. Quita las cadenas de tu corazón, vuelve a encender la antorcha del amor y entrégalo a cuanto ser encuentres a tu paso, porque debes saber que el amor es para el hombre, lo que el agua es para las plantas, es la vida, es la energía y es el motor de la existencia. 

Recuérdalo siempre y cada noche, cuando presa de tu tristeza y de tu dolor vuelvas a sentir soledad, toma estas líneas y repitiéndolas en voz alta, repítelas una y mil veces, hasta que sientas que esta voz proviene de ti mismo, hasta que sientas Mi presencia en ti, y a mi amor inundándote y desbordándose de adentro hacia afuera. 

Si lo haces, serás una flor renacida, la primavera volverá a llegar a tu vida y el frío invierno se alejará de ti. Un nuevo sol alumbrará tus pasos y la vida entera retomará su curso, porque una flor se ha abierto nuevamente.


Kwan Yin

Los corazones humanos muchas veces actúan como cárceles cuando han sentido los rasguños de la incomprensión humana, pero si es triste contemplar la ignorancia de los hombres, mas triste es observar corazones encarcelados. Quita las cad...enas de tu corazón, vuelve a encender la antorcha del amor y entrégalo a cuanto ser encuentres a tu paso, porque debes saber que el amor es para el hombre, lo que el agua es para las plantas, es la vida, es la energía y es el motor de la existencia.

Recuérdalo siempre y cada noche, cuando presa de tu tristeza y de tu dolor vuelvas a sentir soledad, toma estas líneas y repitiéndolas en voz alta, repítelas una y mil veces, hasta que sientas que esta voz proviene de ti mismo, hasta que sientas Mi presencia en ti, y a mi amor inundándote y desbordándose de adentro hacia afuera.

Si lo haces, serás una flor renacida, la primavera volverá a llegar a tu vida y el frío invierno se alejará de ti. Un nuevo sol alumbrará tus pasos y la vida entera retomará su curso, porque una flor se ha abierto nuevamente.

Kwan Yin

DEB ONCE (facebook)

lunedì 8 aprile 2013

Finalmente, la donna

Basta con ir a nuestro interior. Allí está la clave. Porque, tal vez, lo único importante sea saber que no es necesario buscar a la diosa afuera, como modelo al "que me voy a acercar".
En vedad, no hay ningún lugar adonde ir. La diosa está, ya, en este momento, en lo íntimo de cada uno. Y tiene, por lo tanto, la voz de cada uno ...
... La diosa es el alma. La vibración interna de cada uno: propia y personal. Unida siempre al dios por un bello hilo (como el de Penélope, como el de Ariadna, como el de muchas divinidades).

Nuestra diosa es un reflejo bello y luminoso de ese dios. Somos una parte de èl. Somos, pues, divinidad. No dioses de carne y hueso para hacer lo que se nos antoje, con un gran poder sobre las cuestiones materiales o, aún más, sobre los misterios.
"La diosa es el alma. está en nuestro interior. También el oro está en nuestro interior. Y es una hermosa aventura buscarlo.
La diosa es, pues, la energía cósmica, matrifocal, fecundante. Es la madre castradora de los cuentos, porque empuja al héroe para que salga a buscarse, a separarse de ella.
Es la virgen, la doncella, la princesa, porque así de blanca nos espera; y es la anciana sabia, la vidente, la chamana.

Completado el ciclo de matrimonio con cada una de ellas, la mujer que emerge es la integración de las tres: la madre fértil y fecundante que somos.
Todas y todos, Fecundantes para crear como nuestras mujeres y hombres elegidos. Para danzar con la naturaleza que reverenciamos. Y para percibir la divinidad que nos integra.

Por eso es interesante volver una y otra vez a pensar y a comprobar que, en ese lugar de privilegio, ella nos aguarda. Para realizar nuestra propia hierogamia (matrimonio). Y para integrar nuestras polaridades reconciliándonos con nuestro hermano gemelo e interior que nos arruina la vida a cada rato. A fin de intuir y vivenciar, cada vez con más Presencia, la estructura profunda de la divinidad y su coincidencia opositorum. Y de encarnar al hermafrodito, al que se refirieron algunas de nuestras mujeres elegidas.

En el alma, ánimus y ánima se unen, se equivalen, se abastecen y se compensan.

Extraído: "La lección de las diosas" Silvia Salinas

Hernán Huarache Mamani



Para una mujer que alcanza la auto-conciencia, todo se vuelve más fácil. Se torna más sabia porque finalmente conoce la verdad, emocionalmente es más serena pues es capaz de expresar su amor sin reservas y finalmente se permite vivir su sexualidad sin miedo ni temores.
El conocimiento de sí misma le infunde poder, sabe cuando dar y cuando no. Sólo conociendo todas sus potencialidades una mujer puede acercarse a un hombre y guiarlo por el camino del amor, de la verdad y del respeto.

mercoledì 3 aprile 2013

Clarissa P. Estés LA MUJER INTERIOR

Si una mujer quiere un compañero sensible tendrá que enseñarle el secreto de la dualidad femenina. Tendrá que hablarle de la mujer interior, aquella que, añadida a ella misma suma dos. Y lo hará enseñando a su compañero a hacerle dos preguntas falsamente sencillas que conseguirán que se sienta vista, oída y conocida.
La primera pregunta es la siguiente: “ Qué es lo que quieres?”.
Casi todo el mundo suele formular una versión de esta pregunta. Pero hay otra pregunta más esencial y es la siguiente:”Qué es lo que quiere tu yo profundo?”
Si un hombre pasa por alto la doble naturaleza de una mujer y la toma por lo que parece, lo más seguro es que se lleve una sorpresa, pues, cuando la naturaleza salvaje de la mujer surge de las profundidades y empieza a dejar sentir su presencia, a menudo tiene unas ideas, unos intereses y unos sentimientos muy distintos de los que había puesto de manifiesto anteriormente.
Para entablar una relación segura, la mujer tendrá que hacerle a su compañero estas mismas preguntas. En nuestra calidad de mujeres, nosotras aprendemos a interrogar las dos facetas de nuestra naturaleza y también las de los demás... A través de la información que recibimos de ambas facetas, podemos establecer con toda claridad qué es lo que más valoramos y actuar en consecuencia.
Cuando una mujer consulta su doble naturaleza, busca, examina y toma muestras de un material que está más allá de la conciencia y que, por consiguiente, resulta muchas veces sorprendente por su contenido y su elaboración y es a menudo extremadamente valioso.
Para amar a una mujer, el hombre tiene que amar también su naturaleza indómita. Si la mujer acepta a un compañero que no sabe o no puede amar su otra faceta, tendrá la sensación de que la han desmontado y cojeará como si estuviera averiada.
Por consiguiente, los hombres, al igual que las mujeres, tienen que averiguar también el nombre de su doble naturaleza. El amante más estimado, el pariente y el amigo más apreciado, el “hombre salvaje” más estimable es el que desea aprender. Aquellos que no disfrutan con el aprendizaje, los que no se sienten atraídos por las nuevas ideas y experiencias, no pueden desarrollarse más allá del `poste del camino junto al cual están descansando en este momento. Si existe una fuerza que alimenta la raíz del dolor, esta es la negativa a aprender más allá del momento presente.
Sabemos que la criatura del hombre salvaje está buscando su propia mujer terrenal. Tanto si uno tiene miedo como si no, el hecho de dejarse conmover por el alma salvaje de otra persona constituye un profundo acto de amor. En un mundo en el que los seres humanos tienen siempre tanto miedo de “perder”, hay demasiadas murallas protectoras que impiden la disolución de las personas en la luminosidad de otra alma humana.

El compañero de la mujer salvaje es el que posee tenacidad y paciencia espirituales, el que es capaz de enviar su propia naturaleza instintiva a atisbar bajo la tienda de la vida espiritual de una mujer y comprender lo que ve y oye allí. El mejor partido es el hombre que insiste en regresar para intentar comprender, el que no permite que los espectáculos secundarios que encuentra por el camino lo aparten de su propósito.
La tarea salvaje del hombre es por tanto la de descubrir los verdaderos nombres de la mujer y no hacer mal uso de este conocimiento para ejercer su poder sobre ella, sino captar y comprender la sustancia numinosa de que está hecha, dejarse inundar, sorprender, escandalizar e incluso atemorizar por ella. Y permanecer a su lado. Y cantarle sus nombres. Eso hará que a la mujer le brillen los ojos y que a él le brillen a su vez los suyos.

Clarissa Pinkola Estés. Mujeres que corren con los lobos.
La doctora Estés es una psicoanalista jungiana internacionalmente reconocida como especialista, poeta y cantadora, guardiana de antiguos cuentos de tradición latinoamericana.
 

lunedì 1 aprile 2013

PORQUE NO LLEGA EL AMOR


Foto: PORQUE NO LLEGA EL AMOR

Nadie puede ocupar un corazón si esta sucio de abandonos ausencias e indiferencias. Un corazón esclavo del pasado o de amores no realizados no esta permeable a una nueva experiencia plena. Solo sera un amor a medias danzando en la periferia de un corazón cerrado. La experiencia llega cuando el mismo esta reluciente, vacío y ventilado, lleno de luz y fragancia y dispuesto a impregnarse en forma total. Siempre es mejor la soledad, que golpear la puerta de un corazón con cuentas pendientes o deudas y que por mas voluntad que pongas tu mismo no podrás saldar. Nadie sensato seria capaz de habitar un corazón de alguien cuando esta plagado de fantasmas.

Carlos Sigg

Nadie puede ocupar un corazón si esta sucio de abandonos ausencias e indiferencias.
Un corazón esclavo del pasado o de amores no realizados no esta permeable a una nueva experiencia plena.
 Solo será un amor a medias danzando en la periferia de un corazón cerrado.
 La experiencia llega cuando el mismo esta reluciente, vacío y ventilado, lleno de luz y fragancia y dispuesto a impregnarse en forma total.
Siempre es mejor la soledad que golpear la puerta de un corazón con cuentas pendientes o deudas y que por más voluntad que pongas tu mismo no podrás saldar.
Nadie sensato seria capaz de habitar un corazón de alguien cuando esta plagado de fantasmas.
 Carlos Sigg