Me comprometo a Ser Mujer

Mujeres: La “diosa” que sostiene el principio femenino que habitamos nos recuerda a cada instante reconocernos en el espejo de la luna, sus ciclos vitales, que gobierna las mareas de nuestro cuerpo y de nuestra psiquis.

Este flujo constante es el modo de peregrinaje que asume el femenino encarnado.

Aceptar en un cálido abrazo nuestra naturaleza lunar es un acto de conciencia y es, sin lugar a dudas, muestra brújula y protección durante el camino.

Cuando no acompañamos este movimiento permanente y nos detenemos en una resistencia temerosa restringiendo el fluir natural de la energía de nuestro ser, necesariamente tenemos que usar combustible para contrarrestar esta corriente de vida.

La desvitalisación, el agobio, la opacidad, el resecamiento de las ilusiones, la desesperanza, la tristeza... son los intrusos que invaden y socavan nuestra psiquis salvaje creadora y vivificante.

Honrando la energía femenina

venerdì 5 dicembre 2014

Clarissa Pinkola Estés

Plegaria de gratitud
Para todas las mujeres maduras y sagaces que están aprendiendo cuando es el momento justo para decir su verdad y no callar, o callar cuando el silencio es más fuerte que las palabras.
Para todas las mujeres que están llegando a la madurez, que están aprendiendo a
ser gentiles cuando sería más fácil ser crueles ... que saben poder herir cuando la situación lo reclama, con un corte neto y preciso ... que se están ejercitando a decir toda la verdad con toda piedad. Para todas aquellas que violan las convenciones y estrechan la mano de los extranjeros
saludándolos como si los hubieran visto crecer y los conocieran desde siempre ... para todas aquellas que están aprendiendo a sacudir los huesos, remover las aguas, y la cama, pero también a aplacar la tempestad ... para aquellas que custodian el aceite de las lámparas, que mantienen la calma en la vida cotidiana ... para aquellas que perpetúan los rituales, que recuerdan como encender el fuego con un simple hilo y un sílice ... para aquellas que recitan las antiguas plegarias, que recuerdan los símbolos, las formas, las palabras, las melodías, las danzas, y aquello que los ritos, en otro tiempo, buscaban aplacar .... para aquellas que bendicen con frecuencia y con gusto a los demás ... para aquellas mujeres maduras que no tienen miedo, o que si lo tienen, deciden de todos modos de accionar con determinación ...
Por ellas...
que tengan una larga vida,
en fuerza y en salud
desplegando todas las velas de su inmenso espíritu.
Extraído del libro: La danza delle grandi madri
Traducción  : Annamaria Saracco

Nessun commento:

Posta un commento