Me comprometo a Ser Mujer

Mujeres: La “diosa” que sostiene el principio femenino que habitamos nos recuerda a cada instante reconocernos en el espejo de la luna, sus ciclos vitales, que gobierna las mareas de nuestro cuerpo y de nuestra psiquis.

Este flujo constante es el modo de peregrinaje que asume el femenino encarnado.

Aceptar en un cálido abrazo nuestra naturaleza lunar es un acto de conciencia y es, sin lugar a dudas, muestra brújula y protección durante el camino.

Cuando no acompañamos este movimiento permanente y nos detenemos en una resistencia temerosa restringiendo el fluir natural de la energía de nuestro ser, necesariamente tenemos que usar combustible para contrarrestar esta corriente de vida.

La desvitalisación, el agobio, la opacidad, el resecamiento de las ilusiones, la desesperanza, la tristeza... son los intrusos que invaden y socavan nuestra psiquis salvaje creadora y vivificante.

Honrando la energía femenina

giovedì 21 giugno 2018

Nor Hall

Hay un vacío que sienten en estos tiempos hombres y mujeres, que sospechan que su naturaleza femenina, como Perséfone, se ha ido al infierno.

Dondequiera que exista tal vacío, tal brecha o ágape de dolor, la curación debe buscarse en la sangre de la misma herida.

Es otra de las antiguas verdades alquímicas": no se hará solución alguna sino, en la propia sangre".

Así, el vacío femenino no puede curarse en conjunción con lo masculino, sino más bien por una conjunción interna, por una integración de sus propias partes, por un recordar o reunificar el cuerpo de la madre/hija.

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