“Una mujer que toma conciencia de su ciclo y las energías inherentes a ella,
también aprende a percibir un nivel de vida que va más allá de lo visible;
mantiene un vinculo intuitivo con las energías de la vida, el nacimiento y la muerte,
y siente la divinidad dentro de la tierra y de sí misma.
A partir de este reconocimiento la mujer se relaciona no sólo con lo visible y terrenal sino con los aspectos invisibles y espirituales de su existencia.
Fue a través de este estado alterado de conciencia que tenía lugar todos los meses
que las chamanas/curanderas y más adelante las sacerdotisas,
aportaron al mundo y a su propia comunidad su energía, claridad y conexión con lo divino. “
Nessun commento:
Posta un commento