Vicki Noble, sanadora americana y escritora comprometida con el despertar del conocimiento femenino, expresa en su libro “Il risveglio della dea”:
En un nivel profundo y estructural las mujeres nos sentimos y ubicamos en un lugar inferior de importancia con respecto al hombre y tendemos a concederles la autoridad de pronunciarse sobre cuestiones fundamentales de nuestra vida.
Podemos reaccionar con cólera, sin embargo, en algún modo permitimos que sean ellosquienes nos definan. La mayor parte de los psicólogos y de los psiquiatras son hombres, como también la mayor parte de los ministros de culto; los hombres predominan entre los médicos así como entre los abogados y los jueces,los escritores y los intelectuales.
La opinión común nace casi siempre de la mente masculina y entra en la psiquis de masa a través de la televisión, las películas y los medios de comunicación controlados por hombres. Incluso después de veinte años de feminismo activo, nosotras mujeres, no tenemos casi idea de cómo retomar la posesión de la autoridad, que fue robada sistemáticamente para ser proyectada sobre los hombres, que en cualquier situación son considerados los expertos.
El ejemplo más evidente de cuánto la comunidad femenina se alejó de las propias raíces orgánicas, es la modalidad de parto que hoy día se practica. Llegamos a un punto tal de creer en nuestro desconocimiento sobre dar a luz. Nos da miedo, nos aterroriza, nos dirigimos a los “expertos “para que nos ayuden a hacerlo en el modo adecuado. Nos trasladamos en ambientes estériles, privo de calor, lejano de la casa y de la familia, donde nos recostamos con las piernas levantadas y dejamos que un técnico remueva al neonato de nuestro cuerpo. Nos convencimos que en cualquier otro modo pondríamos en peligro a los niños que estamos dando a luz., nos convencimos que causaríamosun daño irreparable a nuestros hijos y nos demostraríamos irresponsables con respecto a ellos. Por lo tanto aceptamos en silencio los consejos del “doctor omnipotente y de sus asistentes de camisas blancas”, y como consecuencia cuando parimos nos sometemos a un sinfín de complicaciones. Vamos al hospital para sentirnos “seguras “, tomamos medicinas que nos “ayudan” a hacerlo mejor, observamos las reglasy nos dejamosaplanar y cortar nuestras partes sagradas para evitar “lastimarnos” y contaminar al pequeño.
Dónde está el animal en nosotras? Qué fue de nuestra naturaleza instintiva?
Cómo pensamos que han nacido chicos en todos los milenios antes que fueran inventados los hospitales y los hombres se apropiaran de la práctica del parto?
Es como si tuviésemos amnesia: simplemente no recordamos.
….. Perdimos la sabiduría instintiva que nos pertenecía por derecho hereditario biológico….No se trata de volver al pasado sino de despertar los sentidos instintivos y la autoridad necesaria para accionar según aquello que nuestros cuerpos saben ser la verdad.
Traducción del italiano
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